Observas una botella única, con ese contraste de colores blanco, negro y rosa metalizado. Llena de detalles, es una verdadera obra de arte: una tarántula que cautiva, convirtiéndola en una pieza de colección.

Dentro, un tequila blanco con carácter, de sabor suave pero lleno de matices y aromas únicos, ideal para disfrutarse en shot o en coctelería.

Su equilibrio perfecto, suavidad y delicadas notas dulces lo convierten en un deleite para el paladar, con un marcado sabor a agave y un aroma increíble que envuelve los sentidos. Cada sorbo es un descubrimiento, revelando nuevas sensaciones.

Tequila 1107: único, lleno de detalles, un deleite para los sentidos… una obra de arte.

Porque tomar un buen tequila es un lujo.